Eréndira: Princesa Mexicana CAP 6

CAPITULO 6

A lo lejos escuchaba voces....pero no podia entender lo que estaban diciendo, estaban susurrando algo, que habia pasado? En donde estaba?.

Abrio los ojos lentamente y pudo ver un techo, unas paredes de adobe, y seguia escuchando las voces pero no entendia nada de lo que decian, en que idioma hablaban?, intento levantarse pero un dolor en la cabeza lo hizo caer de nuevo! En la cama donde estaba.

-mire ya desperto!- dijo una voz.

Eso ya lo pudo entender, al parecer era la voz del muchacho que acababa de conocer, saimon, pero otro rostro lo miro desde arriba, era el rostro de una mujer mayor, con arrugas y canas y lo observaba con detenimiento.

-que esta pasando?...en donde estoy?- dijo tratando de levantarse de nuevo, pero volvio a marearse.

-calmese joven, esta en buenas manos, mi nieto lo trajo, dijo que se callo mientras caminaban hacia aca, se desmayo para ser mas exacta-

-que? Pero como?-

-no me extrañaria viendo la ropa ridicula que trai puesta, cualquiera abria caido al suelo victima de un insolacion-

-yo le dije que se lo quitara, abuela, pero el no hizo caso-

-que traia puesta?- dijo fernando, entonces se llevo sus manos al pecho y se dio cuenta de que estaba desnudo, de un sobre salto se levanto, pero se alivio al ver que al menos conservaba los pantalones.

-calmese joven, le recomendaria que descanse un poco mas y...-

Fernando ya se habia levantado y mirada como loco por toda la pequeña casita, en busca de su ropa, hasta que la vio colgada en una silla su camisa y su saco, junto a sus zapatos tambien, fue hacia ellas y comenzo a vestirse.

-Pues muchas gracias por sus atenciones señora, no tenia que haberse molestado, pero ahora me tengo que ir a trabajar...-

-se va a poner de nuevo esos trapos?-

-si, voy a trabajar-

-ja, pues abuela no hay que sorprendernos cuando venga a parar de nuevo aqui, inconciente jaja-

-no le veo la gracia, pero es la unica ropa que traigo- dijo mientras se ataba los zapatos.

-yo te puedo prestar algo- dijo saimon

-este...no no creo que me quede-

-a pos que muchacho tan terco, pero bueno, me decia mi nieto que viene a la selva en busca de una historia- dijo la señora mientras se sentaba a la mesa.

Al oir esto el instinto reportero de fernando se prendio rapidamente-

-si, puedo?- pregunto para sentarse a la mesa.

-claro, claro, esta en su casa-

-pues bien, muchas gracias, si, vengo en busca de alguna jugosa historia, pero la verdad no se exactamente lo que estoy buscando, o puede ser..quiza que la historia la encuentre aqui en su pueblo-

-mire joven, no le voy a mentir, en este pueblo ay muchas historias, digamos...interesantes, pero nada “jugoso” como dice usted-

-oh....entiendo- dijo algo decepcionado

-simon- llamo la abuela.

-saimon, abuela!, saimon!-

-si, simon, trae un vaso de agua de orchata para el joven y uno para mi tambien-

-no, no se moleste señora, yo me tengo que ir....-dijo haciendo ademan de levantarse.

-pero por que si todavia no termino-

-a no? Y que ay algo mas para contar?- dijo sentandose de nuevo y recibiendo el vaso de agua que saimon le ofrecia -gracias saimon-

-uuy, muchisimo mas, pero primero me presento, soy irma, pero aqui en el pueblo todos me dicen irmita-

-mucho gusto doña irmita, yo soy fernando y todos me dicen....fernando!-

-pues bien como le decia aqui en el pueblo puede encontrar muchas historias, pero ninguna, como las que puede encontrar en los rincones de esta enorme selva que nos rodea- dijo con un tono de misticismo.

-agradezco su ayuda doña irmita pero las historias de los zapatistas y el subcomandate marcos no me interesan, ese es un tema ya muy visto, todos sabemos que se esconden en esta selva y...-

-que va!- dijo restando importancia al tema con un ademan- si esos ni viven aqui, tienen sus casonas muy lejos de aqui, pero si, eso lo que creen todos, en fin lo que le queria decir es que se cree, que haya en lo mas recondito y escondido de esta selva, existen tribus de indigenas puros, tribus que conservan su cultura desde hace miles de años, lacandones, mayas, choles y muchos otros habitan ahi escondidos de toda civilizacion, desconocedores del mundo de hoy-

-perdone la pregunta, doña irmita, pero entonces si ellos son indigenas ustedes que son?-

-tambien lo somos, hijo, pero uuy nosotros llevamos generaciones y generaciones de puro mestizaje, ya no somos de sangre pura, es cierto corre sangre indigena por nuestras venas pero ya estamos muy mezclados y nuestras tradiciones y costumbres poco a poco se van perdiendo, si nomas esta de ver al chamaco este -señalo a saimon- esta que se muere por irse de aqui. Y esto es lo que hace tan interesantes a esas tribus, se han escondido por miles de años para no perder su cultura, y apuesto que si busca bien en aquella selva, lograra encontrarlos......-

-no mas que no los moleste mucho por que son canivales!- dijo saimon-

-son canivales???!!-dijo sorprendido.

-tonterias!, esas son cosas que se inventan los jovenes sin que hacer!, sabe que yo estoy segura de haber visto a una de esas lacandonas hace muchos años rondando por este pueblo???-

-aqui vamos otra vez- dijo saimon resignado a escuchar la historia que su abuela cuenta cada vez que conoce a alguien.

-enserio?, y como era? Supo de donde venia, que camino tomo, algo?- pregunto con mucho interes.

-era una mujer hermosa! Indigena de los pies a la cabeza, ni un rastro de mezcla, la piel morena, el pelo negro y liso, largo hasta las caderas, de ojos rasgados y brillantes, venia al pueblo muy seguido, solo que era muy habil y sigilosa y por eso nadie la veia, yo la observaba desde mi ventana, ella siempre venia un dia a la misma hora, pero nunca supe a quien venia a visitar o por que venia, hasta que un dia ya no volvio mas, y nunca mas la volvi a ver y ni a ninguno lacandon.-

-valla, es muy interesante todo lo que me cuenta, y sabe de donde venia? O mas o menos para ubicarme y comenzar a buscar-

-pues......-la mujer lo estaba pensando, lo dudaba un poco pero su experiencia y su sexto sentido le decian que aquel era un buen hombre- usted no les haria daño verdad?-

-no claro que no, es mas le prometo que si los encuentro, tomare unas fotos y escribire de ellos pero no revelare su ubicacion para que no sean molestados por nadie mas-

-pues bien, lo unico que le puedo decir es que ella venia siempre del sur y por ahi se regresaba, solo le tengo que advertir que hacia el sur esta la parte mas peligrosa de la selva, pero tambien la mas hermosa-

-muchisimas gracias doña irmita, por toda esta informacion, le prometo que si los encuentro usted sera la primera en saberlo, por ahora me tengo que ir por que al parecer sera una busqueda muy larga-

-ya sabe que aqui tiene su casa, fernandito-

-yo puedo ir con contigo??- pregunto saimon emocionado-

-no seas igualado, chamaco del demonio, y claro que no, deja al señor hacer su trabajo-

-jaja no te preocupes, saimon. Yo tengo que venir cada semana al pueblo y te prometo que vendre a buscarte para mostrarte las fotos y que me ayudes con uno que otro trabajito, te parece?-

-claro!!!-

Cuando caminaba por aquel pequeño pueblo, se sentia extraño, toda la gente dejaba de hacer lo que estaba haciendo, para mirarlo, los niños se acercaban y lo miraban con curiosidad, se sentia la mayor atraccion de circo, que tonteria!, odiaba sentirse asi, en realidad nunca se habia sentido asi, pero ahora que lo sentia odiaba sentirse asi, asi que agacho la cabeza y apresuro su paso, hacia el sur............

Maldito, malditooo calor de los mil demonios!!!, pensaba mientras caminaba entre la maleza de la selva, el dia habia pasado tan rapido, tan pronto llego ya no pudo ni descansar, solo el tiempo que estuvo inconciente, y ahora se encontraba adentrado en aquella selva y comenzaba a obscurecer, estaba tan cansado y el calor no sesaba, le dolian los pies, estaba sucioo, sus zapatos estaban sucios!! como odiaba eso, cada dos por tres se paraba a limpiarlos y se ensuciaban al instante, estaba sudado! Despeinado, que horror!, nada estaba en su lugar, todo era un desorden!, para colmo las malditas ramas de las plantas ya habian arañado sus piernas muy apesar de que traia pantalon largo, ODIABA LA SELVA, odiaaba las plantas! La naturaleza, odiaaba el malditooo empleooo, pero aun asi se encotraba ahi!!, que diablos estaba haciendo ahi???

Ya habia caminado por horas y nada de la malditaa tribu lacandona de sangre pura, tal vez la anciana le habia mentido! Que decia! Si debia de tener como unos 80 años y el haciendole caso! POR DIOS! Que estupides!, en esa selva no habia mas que plantas estupidas que lo cortaban y moscos que lo querian comer vivo, a esas alturas seguro ya le habian sacado un litro de sangre.

-malditos moscos!, largo de aqui!!- dijo golpeando su mejilla, para matar a uno- AAUCH!!-

De pronto escucho el crujir de una rama, se detuvo en seco y miro hacia atras.

-ey! Quien anda ahi?- se quedo en silencio esperando escuchar una respuesta – que estupido eres fernando mendiola, ahorita va a salir una iguana y te va a contestar “ah! Si soy yo, como estas?”-

-mas vale que busque donde acampar, por que ya esta obscureciendo y si no puedo ver, no podre recordar el camino de vuelta- si algo tenia fernando mendiola, eso era excelente memoria, era dificil que se perdiera, solo tenia que observar el camino y podria volver, tenia muy buen sentido de la ubicacion y sabia que ya estaba bastante lejos del pueblo-

Escucho el correr de agua y decidio encaminarse hacia haya, si habia algun rio podria tomar un baño y lavarse!!, camino y camino mas, guiandose por el sonido del agua, hasta que volvio a escuchar otro ruido extraño, y se detuvo de nuevo, esta vez en silencio para no espantar a lo que sea que lo estuviera siguiendo, se volteo rapidamente hacia atras y solo alcanzo ver una sombra que se movio rapidamente y se perdio entre las ramas de los arboles.

-Que diablos fue eso?, espero que no sea un jaguar o algo por el estilo, maldicion debi de traer un arma!!...y si sigo hablando solo me volvere loco!- siguio caminando hasta que llego a la orilla de un hermoso rio de agua cristalina, decorado alrededor con sus plantas exoticas, piedras de colores, era un paisaje perfecto, pero esto a fernando no le causaba ninguna emocion, para el un paisaje hermoso era el de los grises edificios, ESOS SI QUE ERAN PAISAJES!.

Rapidamente fue a la orilla del rio, se lavo la cara y manos, a esas alturas ya se habia deshecho del saco, pero la camisa lo estaba matando, asi que mirando para todos lados se la quito, que mas daba no habia nadie que lo pudiera ver, mas que animales y plantas jaja. Despues se dispuso a armar su tienda de campaña, era una bastante amplia, adentro acomodo todas sus cosas, en demasiado orden, llevaba libros, cuadernos, y demas cosas, que dejo bien acomodados, extendio su bolsa de dormir, tambien metio su maleta con la ropa y la acomodo en un rincon donde no estorbara, la vio y le parecio buena para usarla de mesa y ahi puso su notebook, que aunque no le serviria de mucho pues la bateria pronto se agotaria, podria cargarla cada que fuera al pueblo. Afuera acomodo un tronco como asiento y preparo lo necesario para una fogata, con el simple toque de un ensendedor la fogata ya estaba lista, comida enlatada, plato, vaso, y cubiertos todo era perfecto, limpio y en orden. Saco su camara para tomar algunas fotos, tal vez si no encontraba ninguna historia, la podia inventar y con esas fotos hacer algun fotomontaje, quien sabe, habia que pensar en todas las posibilidades, tomo algunas fotos del rio y el paisaje, y dejo la camara encima del tronco y entro por unas cosas a la casa de campaña.

Estaba buscando en su maleta, cuando de pronto ya en la obscuridad la fuerte luz de un flash, lo sobre salto!

-Pero que demonios!........-

Salio rapidamente de la casa de campaña y solo pudo ver su camara tirada en el suelo, levanto la vista rapidamente y alcanzo a ver de nuevo una sombra, otra vez una maldita sombra que desaparecia entre los arboles, y un escalofrio recorrio su cuerpo.