Esto fue como el principio de una historia o cuento que se me vino a la mente derepente, espero continuarlo muy pronto, por que me ha agradado como quedó esto:
Siendo unos niños, se miraron por primera vez a los ojos mientras él ayudaba a sus padres con la mudanza, la pequeña asomaba la mitad de su rostro por la ventana; una mirada curiosa y la otra intrigante. El pequeño trataba de ver quien lo observaba mientras caminaba distraido y tambaleante por el peso de sus maletas. La niña medio escondida y curiosa pudo ver que el niño no era tan grande, su sonrisa se ensancho cuando se dio cuenta que por fin tendría un amigo con quien jugar...
Así de facil se crean lazos tan grandes cuando uno es niño, asi de facil, sin siquiera preguntar: "quieres ser mi amigo?", es simple y sencillamente amistad, sin mas complicaciones. Inocencia, sencilléz, humildad y corazonsitos abiertos para poder escribir una historia en ellos puesto que fue aquel el "momento mágico" del que habla uno de mis autores favoritos, ese momento en que la niña decidió que él sería su amigo, fue en el momento en que se escribieron las lineas de como aquella historia continuaría. Sin duda nuestro destino lo vamos contruyendo día día, con cada momento mágico que se nos presenta y debemos elegir entre ir hacia la derecha o a la izquierda.
Y la historia de Pablo y Ana apenas comienza...
Siendo unos niños, se miraron por primera vez a los ojos mientras él ayudaba a sus padres con la mudanza, la pequeña asomaba la mitad de su rostro por la ventana; una mirada curiosa y la otra intrigante. El pequeño trataba de ver quien lo observaba mientras caminaba distraido y tambaleante por el peso de sus maletas. La niña medio escondida y curiosa pudo ver que el niño no era tan grande, su sonrisa se ensancho cuando se dio cuenta que por fin tendría un amigo con quien jugar...
Así de facil se crean lazos tan grandes cuando uno es niño, asi de facil, sin siquiera preguntar: "quieres ser mi amigo?", es simple y sencillamente amistad, sin mas complicaciones. Inocencia, sencilléz, humildad y corazonsitos abiertos para poder escribir una historia en ellos puesto que fue aquel el "momento mágico" del que habla uno de mis autores favoritos, ese momento en que la niña decidió que él sería su amigo, fue en el momento en que se escribieron las lineas de como aquella historia continuaría. Sin duda nuestro destino lo vamos contruyendo día día, con cada momento mágico que se nos presenta y debemos elegir entre ir hacia la derecha o a la izquierda.
Y la historia de Pablo y Ana apenas comienza...